El origen real del surgimiento de la civilización Chimú y la construcción de Chan Chan es un misterio, puesto que las sociedades prehispánicas no dejaron registros documentales que relaten sus acontecimientos. El mundo prehispánico desconocía el significado de la “historia”, puesto que no hay idea de “tiempo” en los relatos y costumbres, tal es el hecho, que cuando se relatan las aventuras de los gobernantes no los ubican en una línea de tiempo (años, edades, periodos) solamente establecen secuencias de sucesión o descendencia, dejando la pregunta en incognito ¿cuándo ocurrieron estos hechos? Asimismo, otro factor es la yuxtaposición de relatos posteriores sobre la fuente original: cada generación acondicionó los relatos a sus intereses y el contexto de la época. Es decir, la memoria colectiva sólo recordaba los hechos y actores más importantes para el desarrollo de la comunidad y olvidaba a aquello que se consideraba peligroso y vergonzoso.
Cuando vinieron los europeos a América, quisieron conocer la historia y tradiciones de los indígenas para un mejor control. Soldados, profesionales y clérigos se encargaron de confeccionar una historia de los indígenas según los datos que éstos aportaban. Gracias a ello tenemos decenas de crónicas (algunas creíbles, otras dudosas e inclusive contradictorias) que, aunque sabemos que predomina el subjetivismo, son las fuentes más ricas en cuanto a datos, que aún siguen vigentes en la actualidad y son usados por historiadores, arqueólogos, antropólogos, lingüistas, filólogos y otros investigadores.
En nuestro caso, para reconstruir el origen de la dinastía Chimor y el surgimiento de Chan Chan, las fuentes escritas imprescindibles son las siguientes: la Crónica anónima de 1604, La Miscelánea Antártica de Miguel Cabello Valboa de 1586, los Comentarios Reales de los Incas del inca Garcilaso de la Vega de 1609 y, sobre todo, la llamada crónica de Ocxaguamán de 1564, las cuales serán ubicadas en el contexto de las investigaciones arqueológicas vigentes.
La fundación de la dinastía
[sociallocker id=2575] Una crónica anónima de 1604[1] menciona que el primer gobernante y fundador de la dinastía chimú fue el personaje de nombre Taycanamo, quien había venido desde tierras próximas a Paita o Tumbes para someter los señoríos que se ubicaban al sur, es decir los del valle del río Moche.[…] que no se sabe de adonde huviese venido este …. mas de que dió a entender que un gran Señor … hera le avía embiado a governar esta tierra. . . . de la otra parte del mar Los polvos amarillos que ussaba en sus ceremonias y los paños de algodón con que trahía cubiertas has partes vergonzosas son muy conocidas en estas tierras y Ia balsa de palos se ussa en la costa de Payta y Tumbez de adonde se presume que dicho yndio no hera de parte muy remota.[2]
Este relato de señores poderosos que provienen de tierras lejanas, cruzan el agua y fundan poblaciones es un patrón repetitivo en las leyendas andinas. Con este personaje debió establecer la primera comunidad Chimú que levantaría su morada en lo que ahora conocemos como Chan Chan. Al comienzo la sociedad tendría una economía de supervivencia; pero al limitarse sus recursos se veía en la obligación de expandirse, someter y pactar con sus vecinos. El relato indica que tuvo un hijo de nombre Guacri Caur, quien fue “adquiriendo más señorío que su Padre fue ganando indios y principales de este valle”.
No se puede establecer la veracidad del mito, la arqueología ha demostrado que las primeras construcciones en lo que hoy es Chan Chan se desarrollaron a alrededor de 850 d.C. En los estudios sobre la forma de los adobes, Alan Kolata sostiene que las edificaciones ocurrieron en periodo Chimú Temprano fase I (alrededor de 900 a 1100 d.C.), en el sector sureste, con estructuras poco complejas: Huacas El Higo, Taycanamo y los conjuntos palaciales Chayhuac (Quismic An), Uhle (Xllangchic An) y Tello (Tsuts An).[3]
Inicio de la expansión territorial
Según Ana María Hoyle, hacia el periodo Chimú temprano II (1100-1200), el colapso agrariͷr las consecuencias del evento El Niño y movimientos tectónicos, que destruyeron los sistemas de irrigación y campos de cultivo, obligó a reorientar la economía chimú, pasando de una economía productiva local a una extensiva de recursos foráneos. Este giro implicó la expansión territorial militarista del Estado, basada en la conquista y explotación de los valles vecinos.[4]
Según la crónica de 1604, señala que es a partir del tercer dinasta chimú, cuando se empieza a conquistar los señoríos vecinos:
Este Taycanamo hubo un hijo ques ellamo Guacri caur, el qual adquiriendo mas se
ñorio que su Padre fue ganando indios y principales deste valle, y tubo un hijo que se llamó nañcepinco el cual fue conquistando el valle hacia las cabezadas de la sierra y asimismo corrió la costa acia arriba hasta el pueblo llamado mayao donde al parecer yace la villa de Santa, diez y ocho leguas desta ciudad y por la parte de abajo el valle de Chicama hasta Pacasmayo junto a la villa de Saña, veinte y quatro leguas de esta ciudad.[5]
Una vez iniciada la expansión territorial había modificar el tipo de arquitectura que se venía usando. Alan Kolata señala que las estructuras correlacionadas a estos cambios de organización interna fueron los patios de las audiencias y los depósitos de almacenes estuvieron considerablemente unidos a al diseño de los conjuntos palaciales, que servían para alojar la riquezas metálicas y orgánicas y los excedentes agrícolas extraídos de las conquistas. En esta fase se construyeron las audiencias y almacenes de Uhle (Xllangchic An) y otro sector de Tello (Tsuts An) y se edificó del conjunto palacial de Laberinto (Fechech An). En adelante los demás “palacios” guardarán una estrecha relación entre patios de audiencias y unidades de almacenamiento.[6]
Consolidación de la ciudad de Chan Chan
Mientras la sociedad Chimú se desarrollaba y empezaba a crecer, al norte otra se estaba cayendo. El clérigo y cronista Miguel Cabello Valboa menciona que en Lambayeque el señorío del gobernante Fempellec (de la dinastía fundado por Naylamp) había caído en crisis a causa de un “diluvio treinta días á los cuales subcedio un año de mucha esterilidad, y hambre” (evento ENSO[7]), y por lo cual la población dirigió la culpa a su soberano, a quien lo echaron al mar porque había disgustado a los dioses (al cambiar de ídolo), coyuntura que fue aprovechada por los chimú:
Ya queda visto como por muerte merecida que dieron los suyos á Fempellec quedo el Señorio de Lambayeque (y lo de anexo) sin patrón ni Señor natural en el qual estado estuvo aquella numerosa republica, muchos días hasta que cierto Tirano poderso llamado Chimo capac vino con invencible exercito, y se apodero de estos valles, y puso en ellos presidios, y en el de Lambayeque Señor y Cacique de su mano, el qual se llamo Pongamassa natural de Chimo este murió pacifico Señor, y dejó por sucesor á un hijo suio llamado Pallesmassa, a este sucdio su hijo Oxa, y fue esto en el tiempo y coyuntura de los Yngas andauan pujantes en las Prouincias de Caxamarca […][8]
La conquista de los valles de Lambayeque comenzó con los descendientes de Guacri Caur, del cual la crónica anónima no menciona nombres. Según el manuscrito, le sucedieron 07 caciques, sus hijos y sus descendientes hasta Minchançaman. Si tenemos en cuenta tres generaciones por gobernante, debieron haber 21 gobernantes entre 1100 y 1470, con un promedio de 17 años en el poder, cuya cifra no resulta tan lejana si tenemos en cuenta que la expectativa de vida debió alcanzar los 40 y 50 años, entre los cuales algunos debieron morir tempranamente por alguna enfermedad o en batalla y otros debieron cesar ante golpes de estado, como el caso del señorío de Lambayeque.
Durante este período el señorío Chimú siguió expandiéndose hasta alcanzar una jurisdicción que iba desde Tumbes hasta Carabayllo (Lima). Entonces se desarrolla el periodo Chimú intermedio (1150-1300). Siguiendo con la política de establecer un mejor ordenamiento de la función pública; entonces se establece el patrón tripartito de los palacios y se estandariza la forma de audiencia e incrementa notablemente el área de almacenamiento; lo que connotaría, respectivamente, una estandarización en los sistemas de contabilidad y administración, según indica Hoyle. Bajo este patrón se construyeron las secciones del “palacio” Laberinto (Fechech An) (1150-1200) y se edifica Gran Chimú (Utzh An) (1150-1300), que presenta el “palacio” más grande y mejor ornamentado de la metrópoli, con un extenso anexo norte y un incremento considerable de depósitos con una capacidad de almacenamiento de más de 11,000 m2. En esta fase, también se construye la gran muralla norte entre los cerros Campana y Cabras, y el camino ceremonial al oeste de Chan Chan; al igual que la Huaca El Obispo, amplios campos amurallados y arquitectura compleja, la Huaca Las Conchas y el Calvario de Los Incas.[9]
En el periodo Chimú Tardío las conquistas militares al norte de consolidan. Se someten nuevos reinos y se anexa por completo el señorío de Lambayeque, esto a su vez generó el traslado de artesanos a la zona monumental de Chan Chan, puesto que se evidencia una notable expansión de los barrios populares, que se ubicaron alrededor del Palacio Velarde (Ñing An) (1300-1350) y Palacio Bandelier (Ñain An) (1300-1400), construidos en este periodo.[10]
Según Hoyle, la incorporación de grandes territorios provinciales, el aumento del volumen de los tributos, sumado a la vasta cantidad de bienes que se producían en Chan Chan, obligó a la diversificación y refinamiento de las funciones administrativas, lo cual contrajo un incremento en la burocracia estatal, manifestándose en un masivo crecimiento de la construcción de la arquitectura intermedia y un progresivo traslado de las funciones públicas estatales a los sectores norte y anexos de los palacios. El gran crecimiento de la arquitectura intermedia alcanzó su mayor expresión constructiva en el Chimú Tardío con el 65% de la totalidad de su edificación, en los cuales, uno de sus rasgos más notables fue el uso del modelo tripartito, el uso del auxiliar asociado a las audiencias y una mayor capacidad de almacenamiento a diferencia de los Palacios Tschudi (Nik An) y Rivero (Chol An) (1400-1470) diseñados de menor tamaño y con una significativa reducción de su escala de almacenamiento. En esta fase Chan Chan alcanzó su máxima población con 35 000 habitantes.[11]
Final de la autonomía Chimú
El final de la autonomía chimú se aproximaba. Para el año 1470 y el imperio inca estaba en expansión gracias a las conquistas de Pachacutec. Según relata el cronista Garcilaso de la Vega, el veterano inca encomendó a su hijo, el príncipe [Túpac] Yupanqui, al mando de 30 mil hombres a conquistar los valles costeños hasta Cajamarca, “donde quedaban los términos de su Imperio por el camino de la sierra”. Cuando arribaron al valle de “Parmunca”, el príncipe cusqueño intentó de forma pacífica convencer al rey Minchançaman, creyendo que superioridad numérica lo atemorizaría, pero éste se negó tajantemente a ceder ante su autoridad. Como éste contaba con el respaldo de otras étnias, su ejército se impuso ante el invasor, luego de una gran carnicería. Entonces Túpac Yupanqui tuvo que pedir a su padre el envío de 20 mil hombres más para “abreviar la guerra con todos ellos, porque no pensaba dar tanto espacio a los enemigos”. Entre comandantes de Tupac Yupanqui, eran enemigos acérrimos de Minchançaman dos curacas: Cuismancu de Pachacamác y Chuquimancu de Runahuánac porque anteriormente tuvieron una cruel guerra sobre “términos y los pastos y sobre hacerse esclavos unos a otros, y los traía avasallados”, así que aprovecharon el poder del inca para vengarse y el rey chimú era consciente de ello.
Entre tanto que la guerra se hacía muy cruel y porfiada, por fin llegaron los 20 mil soldados requeridos por el inca, con los cuales reforzó su ejército y reprimió la soberbia y altivez del rey Chimú. Viendo sus fuerzas tan aumentadas, los allegados a Minchançaman “desmayaron de golpe” y dijeron a éste que “no durase la obstinación hasta la total destrucción de los suyos, sino que mirase que era ya razón aceptar los ofrecimientos del Inca”. En consecuencia:
Con estos flacos consuelos y esperanzas tristes, que consistían más en las palabras que en el hecho, despidió el gran Chimu a los suyos, quedando harto afligido por verles caídos de ánimo; mas con todo el mejor semblante que pudo mostrar entretuvo la guerra hasta que llevaron los recados acostumbrados del Inca, ofreciéndole perdón, paz y amistad, según que otras muchas veces se había hecho con él.[12]
Uno de los patrones estratégicos de los incas eran cortar el suministro hídrico de los bocatomas de para obligar a sus enemigos a rendirse. Tanto Garcilaso, Calancha como la crónica anónima mencionan que la derrota chimú vino luego de una cruenta guerra por la persistencia del señor Chimú y que al final se rindió ante el poder de inca y éste le perdonó la vida. La crónica anónima agrega que Tupac Yupanqui llevó a Minchançaman al Cusco para casarlo con una hija suya y enterado el inca de que en el valle de Huaura se encontraba el hijo de Michanxaman: Chumun Caur, quien gobernaba con su madre, lo trajo al valle Chimú para reemplazar a su padre. [13]
Según las evidencias arqueológicas, los incas profanaron y destruyeron algunos recintos de Chan Chan, inclusive trajeron gente de otra zona (mitimaes) y permitieron que gente común acceda a los “mausoleos” de los reyes.[14]
Según la crónica anónima, al morir Chumun Caur, se sucedió su hijo Guaman Chumu. Por el nombre quechua “Guaman” se puede deducir que la dinastía chimú estaba emparentada con la estirpe cuzqueña o guardaba alguna relación fuerte. Mientras que los anteriores gobernantes desde Taycanamo hasta Minchançaman son nombres recogidos de la tradición oral de los indígenas, es a partir de Chumun Caur o Chumun Carb que su existencia empieza a cobrar credibilidad por testimonio directo de sus propios descendientes y personas que los conocieron.
La llamada “crónica” (litigio judicial) de Pedro Ocxaguamán de 1562-1564, publicada por Jorge Zevallos Quiñones, confirma la existencia de un patriarca denominado Guaman Chum, Guamanchum o Gumanchumu, quien fue “Cazique y Señor Principal en tiempo de los Ingas deste valle del Chimo”(sic). Los testimonios mencionan que murió en Tomebamba, cuando acompañaba a Huayna Cápac hacia Quito. Sus cuatro primeros hijos fueron asesinados por Tomequiche mientras dormían. El quinto hijo llamado “Cuyuqui” (nombre quechua) sucedió al su padre. Sin embrago, en plena guerra civil del Tahuantinsuyo, al enterarse Atahualpa que Cuyuchi era partidario de su hermano Huáscar, lo mandó asesinar en el camino a Pacasmayo junto a su séquito de 300 sirvientes. Debido a que el Antonio Chayhuac, hijo del asesinado gobernante, era menor de edad, le sucedieron sus tíos. Chequien fue nombrado por Atahualpa, quien murió en la captura del inca en Cajamarca (1532). Le sucedió Suy Suy, quien murió a los tres meses de su mandato (por las epidemias traídas por los europeos). Inmediatamente lo reemplazó su hermano de nombre cristiano Martín, pero que en la crónica anónima se llama Caja Zimzim. Este personaje recibió a los españoles cuando llegaron al valle en 1534. Los españoles denominaron como sucesor interino a un indio de nombre Cristóbal, hijo de Canon Cachay, quien era hermano de Huaman Chum. Aquel había otorgado a los invasores europeos oro y plata de una huaca denominada Tan Tan (¿Chan Chan?). A su muerte le sucedió por fin el hijo del asesinado Cuyuchi, Antonio Chayhuac, gobernado hasta 1561. A su muerte su hijo Martín no pudo sucederlo por ser ilegítimo, así que los españoles nombraron a un cacique de nombre Pedro de Ocxahuamán como sucesor del cacicazgo, hijo del ex cacique Cristóbal.[15]
Los últimos gobernantes chimú desde la fundación de Trujillo (1534), se van a convertir en cómplices del saqueo y destrucción de Chan Chan por parte de los avariciosos españoles, quienes sin el menor respeto y sin escatimar en daños extrajeron las riquezas materiales de las tumbas y huacas, con el aval de la Corona española y la Iglesia católica.
Referencias:
[1] Manuscrito encontrada por Carlos A. Romero y Rubén Vargas Ugarte en la Biblioteca Nacional a principios del siglo XX.
[2] Vargas Ugarte, Rubén. “Fragmentos de una historia de Trujillo” En De la conquista a la república: Artículos históricos. 1° serie. Lima, 1942, p. 55.
[3] Kolata, Alan. “The Urban Concept of Chan Chan”. En The Northern Dynasties: Kingship and Statecraft in Chimor. Washington: Harvard University Press, 1990, p. 114.
[4] Instituto Nacional de Cultura. Plan Maestro para la Conservación y Manejo del Complejo Arqueológico Chan Chan. Trujillo: INC-UNESCO, 2005, pp. 73.
[5] Vargas Ugarte, Rubén. “Fragmentos de una historia…”, p. 56.
[6] Kolata, Alan. “The Urban Concept…, p. 116.
[7] El Niño Southern Oscillation.
[8] Cabello Valboa, Miguel. Miscelánea Antártica. Una historia del Perú Antiguo. Lima: UNMSM, 1951, pp. 329-330.
[9] Instituto Nacional de Cultura. Plan Maestro…, p. 72.
[10] Ibídem.
[11] Ídem, p. 75.
[12] La Vega, Inca Garcilaso de. Comentarios reales de los incas. Tomo II. Caracas: Biblioteca Ayacucho, Libro Sexto, Capítulo XXXIII, pp. 74-75.
[13] Vargas Ugarte, Rubén, “Fragmentos…, p. 56.
[14] Narváez, Alfredo y Ana María Hoyle. “Evidencias Inca en Chan Chan: Palacio Tschudi”. Boletín del Instituto Nacional de Cultura Departamental La Libertad. Trujillo, No. 1, 1985, pp. 51-61.
[15] Zevallos Quiñones, Jorge. La crónica de Ocxahuamán. Trujillo: Ed. Alfredo Pinillos Giocochea, 1994.
Chávez Marquina, Juan Carlos (2016). "El origen del reino Chimú y el proceso constructivo de Chan Chan" en BICENTENARIO DE TRUJILLO PERÚ, 10 abril 2016, disponible en: https://trujillobicentenario.org/1891/origen-reino-chimu.