Por: Juan Carlos Chávez Marquina
1. Las tropas chilenas en la villa de Guadalupe
Los departamentos de la costa norte fueron un principal foco de extorción para alimentar la avaricia chilena. En 1880, el presidente Aníbal Pinto encomendó el vicealmirante Patricio Lynch organizar una fuerza de infantería de marina para hostilizar las empresas azucareras y algodoneras de la costa norte de Perú, al cual pertenecía el departamento de La Libertad, para obtener los recursos monetarios para financiar su guerra, así como dejar ahogada la economía enemiga. En 1881 se produjo la segunda expedición chilena al mando del coronel Arístides Martínez, quien en marzo del mismo año envió a la provincia de Pacasmayo una guarnición de 140 efectivos, dirigidos por el sargento mayor Exequiel Villarroel, acantonándose en el San Pedro. Desde allí se destinó 40 soldados a la villa de Guadalupe, al mando del Capitán Chacón y del Teniente Narciso Sepúlveda, [1] quienes de instalaron en la Escuela de Niñas, cerca de la Plaza de Armas (hoy sucursal del UNT).
Al comienzo, la villa permanecía tranquila hasta que el 25 de octubre de 1881, un grupo de 250 montoneros procedentes de Zaña, dirigidos por Belisario Valera (alías “Chorroca”) y José Domingo Sobaron, se introdujeron en la plaza de abastos de Guadalupe y a las 7 de la mañana embistieron con tiroteos a los invasores. El teniente chileno Sepúlveda reunió a 50 hombres en las esquinas de la plaza de armas para responder con fuego a los montoneros, en una contienda que duró hasta las 08:30 a.m., el cual terminó con la muerte de 2 chilenos y 7 heridos, y por parte de los peruanos 12 muertos y varios heridos, emprendiendo la retirada por falta de municiones. Desde Pacasmayo llegaron refuerzos a Guadalupe, consistente de 250 infantes y 25 granaderos, dirigidos por Manuel Novoa; pero llegaron cuando todo estaba apaciguado.[2] Los chilenos amenazaron incendiar a villa si no se entregaban a los rebeldes; pero gracias a la intervención de los extranjeros residentes, a petición del alcalde Manuel Banda Véliz, la ciudad se salvó de tan funesta venganza.
Las amenazas de los chilenos no intimaron del todo a los guadalupanos y cuando se presentó la oportunidad, desafiaron al enemigo. El mismo 25 de octubre, cuando un sargento chileno pasó por la calle del Panterón (hoy Jr. Junín) frente al taller de zapatería de los Albújar, salió un disparo que le perforó el quepí, sin causarle ninguna herida. Inmediatamente el asustado chileno informó a su superior, el teniente Sepúlveda, que los trabajadores del taller, los hermanos Fernando y Justo Albújar Chumioque y su compañero Manuel Guarniz, fueron los autores del disparo; por lo que se ordenó su captura. Los acusados negaron la autoría del crimen; pero se negaron a delatar al verdadero culpable, a pesar de la de pena de muerte impuesta a ellos.[3] Prefiriendo morir con honor a la causa patriótica antes que vivir como traidores, los tres fueron fusilados el 28 de octubre de 1881, a un costado de la entrada del cementerio antiguo de Guadalupe. El 4 de diciembre de 1983, mediante de la Ley N° 23719, el Congreso de la República los declara héroes naciones.[4]
Plaza de Armas de Guadalupe en la segunda mitad del siglo XIX
2. Personajes que participaron en la guerra
Estos personajes se ofrecieron como voluntarios para ir a la guerra para defender a su patria de la avidez chilena, luchando en las famosas batallas de San Juan, Miraflores, Arica, Huamachuco, entre otras. Lamentablemente, se conocen datos de algunos personajes (con cargo militar), habiendo muchos otros por rescatar del olvido y anonimato.
Eleuterio Matute Villanueva
Nació en 1868 en la villa de Guadalupe, siendo hijo de don Domingo Matute y doña María Villanueva. Desde muy temprano y siendo todavía un niño sirvió a su patria en la guerra contra Chile. A los 11 años de edad se enroló como caballero cadete en las filas del coronel Lorenzo Iglesias. Emulando a Yginio Abanto Paredes en la guerra de la independencia, Matute es el guadalupano más joven que luchó en la guerra antichilena. En 1880, ascendido como sargento, prestó servicios en el batallón “Cajamarca N° 3”, a las órdenes del coronel Belisario Ravine, participando en las acciones de La Chira, Morro Solar, Chorillo y Miraflores los días 13 y 15 de enero del mismo año.
Tras el acuerdo de paz (Manifiesto de Montán) del general Miguel Iglesias el 31 de agosto de 1882, Matute se pronunció a favor y militó en el bando de dicho general, siendo designado alférez del regimiento “Gendarmes de Lima”. Matute combatió al ejército de Andrés A. Careces en Canta (17/08/1884), Pacarán (19/11/1884), Chupacas (09-14/05/1885), Tapayanga, Huancayo (05/1885), Masma (04/07/1885). Tras la derrota de Iglesias el 3 de diciembre de 1885, Matute quedó fuera del ejército por 12 años.
Luego de que Nicolás de Piérola derrotada a Andrés Cáreces, el 21 de octubre de 1897 Matute retornó al ejército y sirvió como gendarme de caballería en los departamentos de Moquegua, Ica, Lima y Lambayeque. Después de una agotadora carrera militar, cansado y enfermo pidió licencia indefinida en 1907, refugiándose en Lambayeque, donde años después murió en fecha desconocida.[5]
Juan Manuel Castañeda
Nació en la villa de Guadalupe en 1833 y fue hijo de don Julián Castañeda, propietario de la hacienda Farfancillo. Contrajo primeras nupcias con Margarita Polo, de cuya unión nacieron: Carlos y Julia; y segundas nupcias con Grimanesa Latorre, teniendo como hijos: Carlos y Luisa.[6] Luego de la muerte de su padre, en 1862 heredó la cuarta parte de la hacienda Farfancillo y luego compró las teirras de Chancape (Pueblo Nuevo) y arrendó las haciendas “La Otra Banda” y “La Viña Zárrapo” (Zaña).[7] En 1875 ocupó la dirección de la beneficencia pública y en 1879 la alcaldía de Guadalupe. En su gestión, se amplió el cementerio, donando un terreno a la salida oeste de la villa, con la condición de obtener dos nichos perpetuos para su familia.[8]
Cuando estalló la guerra contra Chile, Castañeda, en su condición de alcalde, realizó una colecta para sostener a las tropas y pagó con su propio peculio los uniformes, vituallas y acémilas. Luego de conocerse las derrotas peruanas en Angamos y Arica, Castañeda finalizó su estancia en la alcaldía y se marchó a Lima como coronel del batallón de infantería de la “Guardia Nacional de Guadalupe”, para luchar en las batallas de San Juan y Miraflores en enero de 1881. En esta última batalla cayó prisionero y al poco tiempo fue liberado bajo la promesa de no enrolarse en el ejército nunca más. Sin embargo, cuando regreso a su hacienda “La Viña”, organizó un grupo de resistencia que dio combate en Guadalupe a los chilenos, comandados por Sepúlveda el 25 de octubre de 1881, y luego escaparon.[9] Los invasores encontraron culpable a Castañeda y le impusieron un cupo de 5000 pesos de plata, pero éste se negó a pagarlos. En represalia los chilenos tomaron 250 animales vacunos de su hacienda y los llevaron a Guadalupe. Años después, Castañeda murió en 1885 en su pueblo natal.[10]
Manuel Martínez
Nació en Guadalupe en 1858. A los 15 años de edad ingresó al ejército como soldado del regimiento de artillería “Dos de Mayo”. Cuando se estalló la guerra contra Chile, participó en las batallas de San Juan y Miraflores (13 y 15/01/1881), siendo sargento 2° del batallón “Tarapacá N° 1”, al mando del coronel Mariano Espinoza. Después se desplazó a la sierra para integrar la “Campaña de la Breña” del general Andrés Avelino Cáceres y luchó como como sargento 1° en la batalla de Huamachuco en julio de 1883.
Terminada la guerra antichilena, Martínez militó en el bando de Cáceres que enfrentaba al gobierno de Miguel Iglesias. Luchó en las batallas de Huancayo (25/11/1884), Izcuchaca (30/05 y 01/06/1885), Huaripampa y Masma (15 y 20/11/1885). Asimismo, asistió a la toma de Lima, tras la derrota de las tropas de Iglesias en diciembre de 1885, dado lugar a la ascensión de Cáceres como presidente de la república. Más tarde sirvió en el batallón “Gendarmes de Lima N° 1”. Se desconoce la fecha y lugar de su fallecimiento.[11]
Manuel Montoya Olivos
Nació en Guadalupe en 1840, siendo sus padres el sargento Manuel Montoya y doña María Olivos (ambos lambayecanos). Fue hermano menor de Santiago Montoya, fundador del semanario “El Ferrocarril” de Guadalupe, quien también asistió a la guerra contra España en 1866. Al igual que su hermano, se enroló al ejército, el 15 de mayo de 1866, como soldado distinguido del escuadrón “Suavas”, al mando del comandante Rafael Ventura. Terminada aquella guerra, Mantoya militó en el bando del coronel José Balta, participando en los combates de Cajamarca (14/11/1867) y Chiclayo (07/01/1868), obteniendo la victoria en la causa revolucionaria. Montoya ascendido a capitán de caballería el 01 de julio de 1872 y luego pidió su retiro.
Cuando estalló la guerra contra Chile, Montoya se ofreció como voluntario en el ejército peruano, perteneciendo al escuadrón “Pacasmayo N° 2”, en febrero de 1880, y luchó en las batallas de San Juan y Miraflores.
Después de las derrotas sufridas en Lima, estuvo alejado del ejército hasta el 15 de mayo de 1888, cuando asumió el mando de la “Guardia Rural del Distrito de Guadalupe”. El 18 de diciembre de 1894 asume la defensa de la plaza de Guadalupe en el enfrentamiento del rebelde caudillo Teodoro Seminario, quien lo capturó junto a sus 40 hombres. Luego de su liberación, se retiró de la vida militar, para dedicarse al oficio de sastre. Falleció enfermo en Guadalupe el 24 de octubre de 1912.[12]
Urbano Balarezo Paredes
Nació en la villa de Guadalupe en 1862, hijo de don Marcelino Balarezo Lafora (propietario de las haciendas de Montevideo, Marinúñez, Oyotún, Jellipe y otros) y doña María Manuela Peredes.[13] Estudió la primaria en su pueblo natal y la secundaria en Lima. Cursó estudios superiores en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos hasta que en 1881 se presentó al ejército peruano para defender a su patria en la guerra contra Chile.
Fue integrante del batallón N° 06, comandado por el coronel Narciso, el cual tuvo una participación crucial en la batalla de Miraflores de Lima (15 de enero de 1881), sufriendo el peor embate, puesto que de los 200 efectivos que conformaban el cuerpo militar, sólo sobrevivieron 40 soldados, siendo Balarezo uno de ellos.
En 1887 contrajo nupcias con María Rosa Camilo Bottaro, con quien tuvo tres hijos: Urbano, German y Alberto. Al quedar viudo, se casó por segunda vez con María Delta, teniendo ocho hijos: Urbano, Sócrates, Guillermo, Glicerio, Carlos, Elena, Juanita y María. Se desempeñó como juez de la provincia de Pacasmayo.[14]
Wenceslao Castañeda Sandoval
Nació en Guadalupe el 2 de noviembre de 1859, siendo hijo único del matrimonio de don Lorenzo Castañeda y doña Luz Sandoval. Contrajo nupcias con Rosa Guti, de cuya unión nacieron: Ana, Rosa y Gabriel.
Cuando empezó la guerra contra Chile, Castañeda ingresó como voluntario al escuadrón “Pacasmayo N° 2”, el 25 de marzo de 1880, participando con el grado de sargento 1° en las batallas de San Juan (13/01/1881) y Miraflores (15/01/1881), donde cayó herido, por lo que solicitó su retiro temporal por un año. Una vez sanado, participó en la campaña de resistencia del norte como alférez del batallón “Chota N° 4”, combatiendo en Chiclayo (02/08/1882), Jayanca (11/08/1882) y Cárcamo (18/09/1882). En este último tuvo una destacada participación como teniente de caballería, logrando la victoria del ejército peruano.
Terminada la guerra contra Chile, Castañeda militó a favor Andrés A. Cáceres en la guerra civil contra Miguel Iglesias. Bajo las órdenes del coronel Moisés Mendiñedo combatió en Chiclayo en 1884 y luego en participó en los asaltos de Combo y Sesques en 1885. Se le dio comisión de la hacienda de Angasmarca (La Libertad) y fue agregado a la Inspección General del Ejército. Terminada la guerra, regreso a Guadalupe, trabajando su pequeña parcela de tierra para sostener a su familia. Murió pobre en su casa de la calle Palma, el 23 de diciembre de 1927. Sus restos descansan en el cementerio Tomas Lafora.[15]
3. Personajes que no participaron en la guerra
Estos personajes no empuñaron las armas materiales en el campo de batalla contra el enemigo; pero su mayor arma fue su dignidad, honor y valentía, que aplastó el espíritu pobre, ávido e indecoroso de los chilenos, al no dejarse intimidar.
Manuel Banda Véliz
Nació en 1832 en la villa de Guadalupe, en el seno de una familia de agricultores. Sus padres fueron: don José María Banda y doña Baltasara Veliz. De joven, compró las tierras de los caseríos de Pacanga y Caín para continuar el negocio de su padre. En 1864, fue elegido alcalde Guadalupe y en 1870 fue designado procurador y vocal de la beneficencia pública de su pueblo.
Al comenzar la guerra contra Chile, Banda se integró al batallón de la Guardia Nacional con el grado de capitán; pero no llegó a participar en el combate y tuvo que asumir la alcaldía, dado que Juan M. Castañeda cesó para enfilarse al ejército. En consecuencia Banda se dedicó a organizar el cuerpo de 40 voluntarios guadalupanos que formaron el escuadrón “Pacasmayo N° 2”. Cuando llegaron las tropas chilenas, al mando de teniente Narciso Sepúlveda, a la villa de Guadalupe en 1881, recibieron el ataque de una horda guadalupanos; por lo que los invasores extranjeros amenazaron con incendiar la villa; por lo que 1881 una montonera de guadalupanos puso en amenazaron con incendiar la villa. Entonces Banda buscó el respaldo de los residentes extranjeros, representados por el ecuatoriano Secundino Darquea, para evitar la funesta represalia.
Banda continuó en la alcaldía luego de la retirada del ejército chileno y fue elegido en otras veces más entre 1899-1903 y 1905-1911. Se casó tres veces y tuvo cinco hijos. Murió el 17 de diciembre de 1917 en su fundo ubicado en el cacerío de Caín.[16]
Fernando Albújar Chumique[17]
Nació en el 29 de noviembre de 1852 y fue el mayor de cuatro hermanos. Sus padres fueron don Manuel Albújar y doña Tomasa Chumique Fallaque, propietarios de los fundos de los distritos de Pacanga, Pueblo Nuevo y Zaña.[18] Al morir sus progenitores asumió la administración de sus bienes y se desempeñó como examinador de las escuelas municipales de Guadalupe. En 1880 inauguró, en sociedad con José González, un taller de fabricación de calzado en la calle del Panterón (Jr. Junín N° 221), en el cual trabajaba su hermano Justo y su ayudante Manuel Guarniz (natural de Jequetepeque).[19]
Cuando se produjo la invasión chilena a Guadalupe, fue acusado de intentar matar aún sargento chileno, por un disparo procedente de su casa que le atravesó el quepí. Antes de acusar al verdadero autor del disparo, Albújar prefirió callar y morir fusilado con honor por su patria. El día anterior a su muerte, escribió una carta al alcalde Manuel Banda, encargándole los gastos de su funeral con la promesa de ser devuelto por su hermano José cuando regresara de viaje. Pocos segundos antes de ser atravesado por el proyectil, Fernando arrancó la venda de sus ojos para mirar directamente a sus asesinos. Murió a los 29 años edad, el 28 de octubre de 1881, junto a su hermano Justo y su amigo Guarniz, a un costado de la entrada del cementerio antiguo de Guadalupe.[20] Se mantuvo soltero y no dejó descendencia.
En mérito de sus conductas heroicas y honoríficas, Fernando y José Albújar y Manuel Guarniz fueron declarados héroes nacionales el 5 de diciembre de 1983, mediante la Ley N 23719, promulgada por el Congreso de la República.[21]
Justo Albújar Chumique
Nació en la villa de Guadalupe el 19 de marzo de 1857, siendo el segundo hermano de Fernando Albujar Chumique. Luego de la muerte de sus padres Manuel Albujar y Tomasa Chumique, se dedicó al arreglo de relojes y en 1880 ingresó como trabajador en el taller de zapatería de su hermano.
Al igual que Fernando Albújar, fue acusado sin pruebas de intentar matar a un soldado chileno. Ante la negativa de delatar al autor del atentado, a pesar de ser torturado, prefirió morir inocente. El 28 de octubre de 1881 fue fusilado a la edad de 24 años, junto a su hermano Fernado y su amigo Manuel Guarniz, a un costado de la entrada del cementerio antiguo de Guadalupe.[22]
Casa Museo Albújar y Guarniz
Dirección: Jr. Junín N° 221 – Ciudad de Guadalupe
Fotos: Jonatan Saona (2011)[23]
4. Fuentes consultadas
Archivos y repositorios:
- Archivo de la Municipalidad de Guadalupe (AMG)
- Archivo Regional de La Libertad (ARLL)
- Casa Museo Albújar y Guarniz (MAG)
Bibliografía:
- Ahumada Moreno, Pascual. Guerra del Pacífico. Tomo VI. Valparaíso: Lib. Americana, 1889.
- Bazán Vera, Blasco. Los Albújar y Guarniz en la Guerra con Chile 1881. Trujillo: Ed. El Ovalo, 2014.
- Centurión Vallejo, Héctor. “Trujillo en la guerra con chile. Apuntes y episodio históricos”. En Historia General de Trujillo y La Región La Libertad. Tomo I: Historia de Trujillo. Trujillo: UPAO, 2012, pp. 517-590.
- Sánchez Gonzales, Jhon Eric. Cuando los guadalupanos combatían. Guadalupe: Municipalidad de Guadalupe, 2012.
Citas:
[1] Centurión Vallejo, Héctor. “Trujillo en la guerra con chile. Apuntes y episodio históricos”. En Historia General de Trujillo y La Región La Libertad. Tomo I: Historia de Trujillo. Trujillo: UPAO, 2012, pp. 553-554.
[2] Ahumada Moreno, Pascual. Guerra del Pacífico. Tomo VI. Valparaíso: Lib. Americana, 1889, Cap. III, pp. 216-217.
[3] Centurión Vallejo, Héctor. “Trujillo en la guerra con chile. Apuntes y episodio históricos”. En Historia General de Trujillo y La Región La Libertad. Tomo I: Historia de Trujillo. Trujillo: UPAO, 2012, pp. 553-554.
[4] Diario El Peruano, N° 1075, Ley N° 23719, 13 de diciembre 1983.
[5] Sánchez Gonzales, Jhon Eric. Cuando los guadalupanos combatían. Guadalupe: Municipalidad de Guadalupe, 2012, pp. 33-34.
[6] ARLL, Protocolo Notarial, Juan Quiñe, años 1884-1885, ff. 2013-215.
[7] ARLL, Protocolo Notarial, Juan Quiñe, años 1876-1777, f. 169.
[8] ARLL, Protocolo Notarial, Juan Quiñe, años 1880-1881, f. 100.
[9] Ahumada, Pascual. Guerra del Pacífico. Tomo VI. Ed. Andrés Bello, 1982, Cap. III, pp. 215-216.
[10] Sánchez Gonzales, Eric. Cuando los guadalupanos…, p. 30.
[11] Ídem, p. 32.
[12] Ídem, pp. 35.36.
[13] ARLL, Protocolo Notarial, José Bonifaz, Testamento de Marcelino Balarezo Lafora (1907).
[14] Sánchez Gonzales, Jhon. Cuando los guadalupanos…, pp. 25-26.
[15] Ídem, p. 31.
[16] AMG, Libro de defunciones N° 10, año 1917, f. 262.
[17] El verdadero apellido materno de los hermanos Fernando y Justo Albújar no fue Fayaque sino Chumioque, puesto que su madre aparece en los documentos como Tamasa Chumioque Fallaque. Ver ARLL, Protocolos Notariales de Manuel Pozo, año 1862, f. 564; y Juan Pablo Quiñe, año 1880, f. 189.
[18] ARLL, Protocolo Notarial, Manuel Pozo, año 1862, f. 564.
[19] Nació en el distrito Jequetepeque en 1851. Su verdadero nombre fue José Natividad Guarniz López. Se desconoce quiénes fueron sus padres. Pasó a Guadalupe para ganarse la vida y entró a trabajar en el taller de zapatería de los hermanos Albújar en 1880, siendo un excelente ayudante y fiel amigo. Al igual que ellos, murió fusilado inocentemente el 28 de octubre de 1881.
[20] Semanario El Ferrocarril, año XXIX, N° 758.
[21] Diario El Peruano, 6 de diciembre de 1983, N° 1075.
[22] Bazán Vera, Blasco. Los Albújar y Guarniz en la Guerra con Chile 1881. Trujillo: Ed. El Ovalo, 2014, p. 32.
[23] http://gdp1879.blogspot.pe/2011/10/museo-y-mausoleo-en-guadalupe.html
Chávez Marquina, Juan Carlos (2020). "Héroes guadalupanos de la Guerra contra Chile" en BICENTENARIO DE TRUJILLO PERÚ, 27 octubre 2020, disponible en: https://trujillobicentenario.org/4852/heroes-guadalupanos-guerra-contra-chile.